La peregrinación se realizó el día 6 de octubre, nos reunimos en el colegio, y una vez llegados todos, nos subimos a los micros y marchamos rumbo a las estaciones de las que escogimos partir. Una vez que llegamos nos dieron de comer y luego comenzamos la caminata, en cada estación ponían a disposición todos los recursos que necesitábamos, ya sean masajes, comida, bebidas, o cosas que nos hacían falta. Así como también había vendedores, grupos de egresados vendiendo con el propósito de recaudar plata para su viaje de egresados, no todos buscaban recaudar dinero, sino que también había personas que ayudaban y sin la necesidad de obtener algo a cambio, su único fin era ayudar a los peregrinos y que todas las personas estén cómodos, pasándola de la mejor manera posible.
En mi caso, por un momento pensé que no llegaba, no sentía mis piernas ni pies, estaba muy cansada, pero al saber que ya faltaba muy poco, me enfoqué en llegar, y solo llegar. Al faltar una hora de viaje, ya comenzaron a haber puestos vendiendo cosas materiales para comprar y obsequiar a nuestros seres queridos o para uno mismo, cosas muy lindas. Al faltar 10 minutos, algunos comenzaron a correr, los adolescentes más que nada.
Una vez que vimos la basílica, no lo podíamos creer, fue imposible no llorar, la emoción nos consumió, estábamos muy felices porque después de todo el esfuerzo y cansancio pudimos llegar. En frente de la misma estaba en el último puesto, preceptores y ayudantes del colegio, los cuales nos estaban esperando. Luego de que ingresamos a la basílica, el que quería podía quedarse a participar de la misa que en ese momento se estaba realizando, pero nosotras estábamos tan cansadas que solo dimos una vuelta, rezamos, pedimos intenciones personales desde el corazón y nos fuimos de nuevo al puesto. Los ayudantes de apoyo nos llevaron hacia el micro, donde nos quedamos a un costado para descansar y comer, y luego subimos al micro a esperar a los que faltaban. Finalmente una vez que se llenó, volvimos al colegio.
Desde mi punto de vista, fue muy linda la experiencia, volví pensando que el año que viene iba a ir otra vez. Me encantaron todas las asistencias que nos dieron, estuvieron todos muy pendientes sobre lo que nos hacía falta y que podamos llegar sin ningún inconveniente. Le comenté mi experiencia a muchas amigas ellas esperaran a la siguiente peregrinación para ir con muchas ansias.
Redacción: Gómez Ludmila y Ocampos Yara.
Diseño: Gomez., Rojas. y Toloza.V.
